viernes, 30 de noviembre de 2012

Descubrir un corredor migratorio en el siglo XXI y en los aledaños del Estrecho de Gibraltar.


Aunque decirlo así, suena petulante, lo puede parecer más si tenemos en cuenta que la provincia de Cádiz, en el sur de España, es el territorio peninsular más conocido por la ciencia ornitológica. Pero afortunadamente descubrir un corredor migratorio es lo que hemos podido hacer gracias al Proyecto Limes Platalea.

Y singularmente, antes de nuestro esfuerzo de campo, no existía información alguna sobre por “donde, como y cuando” pasan las espátulas en su migración postnupcial hacia África. Todo eran suposiciones, paradójicamente en una especie de enorme poder mediático.

Cuando abordamos este aventurado proyecto, solo contábamos con observaciones aleatorias compiladas durante los veranos y la veracidad de nuestra palabra. No existía ni una sola foto de la que, ahora podemos definir y demostrar, como una de las más espectaculares manifestaciones del fenómeno migratorio de las aves en Iberia.


También tenemos la satisfacción de constatar que el manejo inteligente de una especie y unos planes de conservación y recuperación consecuentes, puede hacernos hoy día “ver” una manifestación de la naturaleza totalmente desconocida. Tal como una vuelta al pasado en una “máquina del tiempo”. Curiosamente, este descubrimiento acontece en una  de las playas más populosas de Europa y nada menos que en el período estival y por ende vacacional. Playa, que además fue frecuentada –también en verano- en la primera mitad del siglo XX por reconocidos ornitólogos como W.H. Riddell (1880-1946) yerno de W. Buck y ahijado de Abel Chapman, cuando huía de la canícula de su residencia habitual en el castillo en Arcos de la Frontera. Afamado pintor naturalista,  dibujó con primor las aves de las marismas de Sancti-Petri, sin percatarse de que frente a su casa en la playa de  La Barrosa, se producía el que con los años se convertirá –auguramos- en la más popular de las migraciones. Con un superior  impacto mediático al producido por la llegada de las grullas o los ánsares. Pues a diferencia de estos, los 4 meses de tránsito de las espátulas transcurren sobre las cabezas de millones de “contemplativos” bañistas del turismo de sol y playa. Nos gusta recordar, que un muy usado referente “localizador” en nuestro censo, y que nos ayudaba a señalar los bandos que salían de la Bahía de Cádiz, era decir “sobre el edificio de los Drogos” Casi nadie sabe, hasta ahora que lo mencionamos, que ese nombre era el de una casa a pié de playa y que poseía la finca de W. H. Riddell y Violeta Buck para disfrute de invitados y alquiler. Muchos que la visitaron, eran notables ornitólogos. Unos habituales como Mauricio González-Gordon, otros buscando descanso tras las famosas expediciones anglosajonas a Doñana. De ellos tenemos (J. Ruiz, F. Hortas, Ref) un totalmente inédito y anónimo enlistado de aves titulado “Birds of Barrosa and the neighbourhood including the salinas an the sea” donde solo señalan a la Spoonbill como “O.V. =  Occasional Visitor” ¡¡¡¡¡¡


Por otro lado, a finales del siglo XIX, se considera que no había en los Países Bajos, más de 1000 parejas de espátulas. Y aquí en España, no debían ser más que unos pocos centenares.  En esas fechas, coincidentes con el llamado “furor salinero” en todas las marismas del Golfo de Cádiz, y que roturaba las marismas con el objeto de producir sal, además de la secular recolección de huevos, no permitía un establecimiento de colonias tal como acontece hoy en día. Y solo se conocía su nidificación en unos pocos lugares como la laguna de las Madres en Huelva y la Laguna de La Janda en Cádiz. De hecho, más tarde, en los albores de los años 50, no habría en toda Europa más que 200 ó 300 parejas, acercándose a la extinción.

Se entiende así, que la migración pasara desapercibida. Más aún -y gracias al conocimiento aportado por el proyecto Limes-, si tenemos en cuenta que la población ibérica, fenológicamente situada su migración entre julio y mediados de septiembre, era más débil en contingentes que la norte-europea. Esta última, al ser su paso en octubre y noviembre, conllevaba un clima más desapacible y por tanto menos expuesta a eventuales observadores que “identificaran” la migración de la especie.

Pero eso era hasta este pasado verano…

10.000 espátulas. Esa es la cifra obtenida en el proyecto LIMES PLATALEA 2012


Por fin podemos ofreceros el resultado más esperado por todos: aproximadamente 10.000 aves, son las que hemos podido contabilizar en el recién descubierto corredor migratorio “playa de La Barrosa-Cabo Roche. Lugar que se revela como el más importante lugar de Europa en tránsito de la migración postnupcial de la especie en su “salto” hacia África. No solo por el número de individuos, sino también por las posibilidades y facilidades de estudio que conlleva. El resultado obtenido sobrepasa con creces los censos conocidos hasta la fecha en el Cantábrico (Santoña, Urdaibai y Txingudi). Pero pese a que aún nos queda por realizar casi todo el análisis pormenorizado de las cifras y grosso modo, vemos que podemos también objetivar que respecto a la población ibérica, hemos podido controlar más de un 86 %  de su fracción migratoria y más de un 65 % de la respectiva a la población norte-europea. Pero que si consideramos todo el contingente de Europa occidental, desde una de la más frecuentada y hermosa playa de España, los veraneantes pueden observar aprox. el 75 % de todos los individuos –potencialmente migradores- existentes. Si la población ibérica hubiese tenido tenido un buen año de cría, como se promete en 2013, las cifras en valor absoluto, pueden ser realmente espectaculares.

Incluso ya hemos señalado que es posible que nos encontremos con una especie con al menos dos patrones migratorios diferentes y “otros” más aún por definir, pero que ya vislumbramos. De hecho necesitamos de cara a la próxima campaña, abordar las especulaciones que en este punto nos ocupan. Así, la probable migración nocturna y la posibilidad de lugares de “salto” previo, aún desconocidos, son un fenomenal estímulo para el grupo de seguimiento de la espátula Limes Platalea.


Pronto podremos informaros de los pasos que estamos dando en pos de nuestros objetivos. De hecho, no paramos de establecer conversaciones y reuniones en la línea de lo descrito. Y aún deberemos esperar algo más para ver publicados los muchos variados resultados que nuestra ilusión y esfuerzo han conseguido.

De lo que no nos cabe duda es que ahora conocemos más de la migración postnupcial de la espátula en Europa. Sin empacho podemos decir y con orgullo, que  hemos contribuido notablemente al conocimiento de su Historia Natural. Pero que  mucho más vamos a aportar en el futuro.


Gracias a los miembros del equipo Limes Platalea y también  ¿cómo no? a los cientos de seguidores que nos prestan su atención y simpatía.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Platalea Road vs. Flamingo Road



El Hotel de las espátulas

El post de hoy tiene ante todo y como intención; la gratitud. Son multitud los actores en el proyecto Limes Platalea a los que haremos público agradecimiento. Pero en esta ocasión, es a la dirección y propiedad del Hotel Marismas de Sancti-Petri a quién va dirigido nuestro reconocimiento. Y por singular que pueda parecer, no solo no tienen la miopía secular que arrastra el masificado “turismo de sol y playa” ante el “turismo de naturaleza”, sino que además utilizan la misma óptica que los practicantes del birdwatching.



De hecho, cuando conocieron de la planificación del estudio de la migración de la espátula, no dudaron en colaborar y propiciar con su patrocinio, la formula “incentivo por intereses” que nos caracteriza, tal como un trueque. Más claramente, han dado alojamiento a participantes del Limes, a cambio de la proyección de su imagen en el mundo ornitológico –a través de la publicidad en este blog-.

En los años 80, se emitió una famosísima serie de televisión americana de la NBC y que algunos recordaran. Era “Flamingo Road”, cuya trama argumental, discurría en una población del Estado de Florida, EE.UU. y es además el nombre de la State Road 823.

Por otro lado, existe también una “Flamingo Road” en Las Vegas, Estado de Nevada. En este caso, el nombre le viene del conocido Hotel y Casino Flamingo, en el boulevard. En el Hotel se filmaron las conocidas películas Viva Las Vegas (con Elvis Presley) u Ocean´s Eleven.(2 versiones, la segunda con George Clooney y Brad Pitt).

El caso es que podemos encontrar en Chiclana de la Frontera, una auténtica y literal “Platalea Road” (entiéndase, carretera). Y ello es debido a que seguramente, no hay un tramo de carretera –donde  se encuentra el Hotel Marismas de Sancti-Petri- que sea más sobrevolado que este, por casi todas las espátulas de Europa occidental.

En rojo la "Platalea road", desde el poblado almadrabero de Sancti-Petri hasta el Hotel Marismas de Sancti-Petri
El tramo discurre a lo largo del istmo que une al continente con el viejo poblado almadrabero de Sancti-Petri, y justo al norte del pasillo migratorio “Playa de la Barrosa-Cabo de Roche”. Y en su comienzo se encuentra dicho establecimiento. Y por si fuese pobre argumento el parangón descrito, frente al antedicho Hotel, se encuentran los grandes esteros tradicionales de las salinas de Santa Teresa y Carboneras, además de los del Coto de la Isleta. Estos embalsamientos, lugar de invernada y sedimentación de aves en migración, incluso han acogido colonias reproductoras de espátulas a escasos metros de la carretera.

Lo dicho y en resumen no existe un Hotel tan vinculado a las espátulas, que el Hotel Marismas de Sancti-Petri. Y a su personal, le expresamos nuestro más sincero agradecimiento.

lunes, 19 de noviembre de 2012

La pre-invernada y la migración paradójica de la espátula

Terminamos el trabajo de campo de la campaña 2012

Y ello, pese a que aún estamos contabilizando aves en tránsito hacia África. Cada vez se nos hace más evidente que en la “segunda mitad del paso” de la población norte-europea, la migración toma aspectos que por su similitud, podríamos definir como una sucesión de “pseudo fugas de tempero” pues parece estar en consonancia con la bajada de la temperatura en la península Ibérica. Este descenso, casi siempre más moderado en el Golfo de Cádiz, es el lugar que modula a su vez el momento de la partida. De hecho, podríamos incluso especular con la posibilidad de que algunas de las espátulas llegan a los humedales andaluces y comienzan a “pre” invernar (aprovechando que las bonanzas climáticas conllevan abundante disponibilidad de recursos tróficos) . La mayor o menor “tolerancia a la severidad climática” parece ser una característica de la especie. Así lo señala el reciente artículo publicado por Tamar Lok et al. (2011) “La paradoja de la migración de la Espátula: la mayoría de las aves viajan hacia donde las tasas de supervivencia son más bajas”, del que adjuntamos el resumen en castellano.


Las aves migradoras se enfrentan a la elección respecto a donde pasar el invierno. Presumiblemente existe un balance entre la distancia de migración (costos) y la calidad del sitio de invernada (beneficios). La fidelidad a las zonas de invernada suele ser alta y aumenta con la edad. Las hipótesis para explicar dicho patrón asumen que la elección de las zonas de invernada maximiza la eficacia biológica. Se compara la elección de la zona para la invernada y la fidelidad al sitio dependiente de la edad en la Espátula Euroasiática, Platalea leucorodia leucorodia, para el período 1992–2010. Durante su primera migración hacia el sur, la mayoría de las espátulas migraron a la región más meridional de invernada (Mauritania y Senegal). Otras aves fueron más propensas a pasar allí su primer y segundo invierno, mientras que casi ningún ave se movió a un área de invernada más al norte. Para el resto de su vida, las espátulas se mantuvieron muy fieles a la zona. Resultó que la mayoría de las aves invernan en Mauritania y Senegal y en escaso número en Francia e Iberia. Se valora la idoneidad de las zonas sobre la base de las probabilidades de supervivencia anual en estas tres áreas de invernada. Sorprendentemente, la supervivencia fue menor en Mauritania y Senegal. Ninguna de las hipótesis existentes de maximización de eficacia biológica explica este patrón y se discuten posibles alternativas. La elección de la zona de invernada podría ser óptima para las aves si las aves que invernan en Mauritania y Senegal son competitivamente inferiores a los invernantes europeos o si son más susceptibles al clima invernal severo. Alternativamente, la elección de las zonas de invernada de las espátulas es subóptima y asumiendo que las espátulas pueden evaluar las diferencias en la idoneidad, la flexibilidad limitada puede que les impida cambiar a otras zonas más adecuadas.


Muy pronto podremos informaros de los primeros resultados de la campaña, y antes de acercarnos ya a mediados de diciembre, cuando se considera que la presencia de espátulas en Andalucía está en su cifra más baja. De hecho, creemos que si pudiésemos mantener la observación y censo diario en el campo, hasta esa fecha, aún podríamos ver una discreta salida de aves hacia África. Y luego, a finales de ese mes, también ver llegar las primeras a Europa.

En conclusión, si ya es aceptable que la especie es tremendamente asincrónica, reproductivamente hablando –desde enero con las primeras puestas en la Bahía de Cádiz a julio-, en el momento de la migración postnupcial, también parece serlo, pues las 2 poblaciones de las que nos hemos ocupado en Limes Platalea (ibérica y norte-europea) emplean en su conjunto, nada menos que 4 meses.


 
Foto tomada el día 10/11/2012

domingo, 11 de noviembre de 2012

Spoonbill & Company (Segunda Parte)

La migración en blanco y negro

Sabido es que durante la reproducción, las espátulas parecen tener -según la latitud donde se asiente la colonia- cierta afinidad a otras especies, y que siendo también gregarias como ellas, les confieran una seguridad interespecífica. Se cree que este “motivo de interacción”, es el más plausible. En su momento ya mencionamos en otro capítulo, que en las marismas del Odiel se las puede observar a este respecto, junto a garzas reales. Igualmente que en las colonias de la Bahía de Cádiz, nidifican junto a gaviotas patiamarillas y/o garcetas comunes con este aparente motivo. Como más ejemplos, en las pajareras de Doñana lo hacen junto a garzas reales, garcetas, garcillas, martinetes, garcillas cangrejeras y cigueñas blancas y comparte árbol en algunas ocasiones con milanos reales y negros, aguilillas calzadas y esporádicamente hasta con el águila imperial.

En otras micro-colonias ibéricas, junto a ardeidos como garcillas bueyeras y martinetes. También y recientemente, la encontramos junto a moritos. Más al norte, en Holanda, lo hace junto a gaviotas argénteas y gaviotas sombrías.

Pero a donde queremos llegar, es a mencionar que en Dinamarca –lugar más al norte del continente Europeo donde cría la especie- sus colonias se asocian a los cormoranes grandes. Y ello viene motivado por una reciente comunicación con nuestros compañeros de SEyLA donde nos recaban información sobre la posible lectura por nuestra parte, de anillas de aves de ese país, que complementarán a las que han podido leer en Plaiaundi.

El caso es que curiosamente, desde la segunda quincena de octubre y coincidiendo con la llegada de un importante contingente de cormoranes a la Bahía de Cádiz, también vemos “migrar” costeramente bandos de estas aves (de 30 a 40 individuos en formaciones en V o lineales) por el pasillo migratorio playa de La Barrosa- Cabo Roche. Esta arribada de cormoranes invernantes o en tránsito, está coincidiendo con la llegada de las últimas oleadas de espátulas a la Bahía de Cádiz. Con esto, no queremos indicar “simplistamente” que al ser tan tardías, vengan de lugares tan distantes (más de 3.000 Km.) donde crían juntos, pero en una de esas oleadas, una marcada interacción en un bando, nos ha dejado pensativos. Y cavilando estamos viendo todavía a principios de noviembre y por momentos, “una migración en blanco y negro” (espátulas y cormoranes). El incremento en el número de cormoranes reproductores es un hecho a escala nacional y la reproducción en un humedal gaditano de cormoranes y espátulas (de momento crían separadamente) nos hace pensar también en una reproducción en blanco y negro.


En Limes Platalea hacemos continuamente ornitología descriptiva –reiteramos-, como paso previo a la objetivación científica de los datos que vamos compilando. Esta faceta de la ornitología clásica, la creemos esencial para estimular las especulaciones que nos acerquen a entender la migración de las espátulas. Y también nos hace atrevidos en nuevas hipótesis. Por lo pronto, creemos firmemente en que necesitamos estudiarla en su conjunto, es decir, en clave europea, geográficamente hablando. Y no con visiones y estudios solo localistas. Es muy estimulante experimentar como esta campaña 2012, hemos podido interaccionar –aún incipientemente- con los grupos de trabajo GRUSEC y SEyLA, al otro extremo de la península Ibérica. Y nos queda mucho camino por recorrer en ese sentido.

Pronto, abordaremos un proyecto con vocación y esfuerzo continental que os presentaremos oportunamente, donde la fenología migratoria de cada país, pueda ser evidenciada con mayor facilidad, y aquí, en territorio Limes Platalea, tal como en la cornisa cantábrica, pueda ser notariada.

Esperemos que al igual que en este 2012, con nuestro esfuerzo y algo de fortuna, podamos contar más y mejor, de los misterios de la especie.



miércoles, 7 de noviembre de 2012

Spoonbill & Company (Primera Parte)

Threskiornithidae Avenue



En este cuaderno de campo de la migración de las espátulas, que es en gran medida nuestro blog, volvemos de nuevo a ocuparnos de los “Bandos mixtos”. Poco o nada se ha escrito al respecto de estas formaciones respecto a las espátulas, y su periplo postnupcial sigue ofreciéndonos más ocasiones de hacerlo. En este punto, os recordamos los post donde citamos a gaviotas patiamarillas y garcillas bueyeras como vecinos en el vuelo. Pero en esta ocasión, ha sido el morito quién ha servido de buena compañía, al compartir el que llamamos con propiedad “pasillo migratorio: Playa de la Barrosa-Cabo Roche” La observación fue realizada el día 5 de noviembre desde la Torre del Puerco y constituían ambas especies lo que denominamos en la metodología Limes; bando grupal y que al parecer, solo nos evidencia -transición y provisionalidad- hacia otra formación más estable. Es una muestra más de la maravillosa y desconocida plasticidad-gregaria de nuestras amigas. En todo caso, tal como podréis apreciar en el croquis adjunto, marchaban juntos pero no revueltos.


Pero lo más importante que deseamos señalar, es la muy notable frecuencia con la que podemos observar desplazamientos de bandos de moritos, en la misma ruta hacia África de las espátulas. Creemos que el tránsito de estas aves por la zona, se debe a una dispersión o un deambular entre los humedades de ambos lados del Estrecho de Gibraltar. Pero ambas especies, curiosamente de la misma familia, a lo mejor y por “algo más” que por casualidad, comparten la pomposamente denominada “Therskiornithidae Avenue”.

Y si os parece débil argumento, desde hace tiempo, 4 Ibis Eremitas (también de la misma familia zoológica), establecidos en Chiclana de la Fra –y muy cerca de la Torre del Puerco- deambulan por la franja litoral de estudio del Limes Platalea, es decir, hasta Conil de la Fra. (por supuesto, llegando a la Sierra del Retín en Barbate).

En no pocas ocasiones, las idas y venidas por la costa de estas tres especies de aves, nos hace presumir ante los compañeros de otras tierras, de que esta Avenida Therskiornithidae, es todo un lujo GADITANORUM (*).

Dándole vueltas a esta curiosa avenida nos surge la posibilidad de que Limes "controle" la hipotética migración e inteconexión deseable de la población española de Ibis Eremita, con la marroquí. Hay que resaltar que la población occidental -la africana- se considera sedentaria. Al contrario, la recientemente descubierta en Siria (la hasta ahora conocida es de Turquía) sí migra hacia el sur, hasta Etiopía.

Es decir, occidental y oriental difieren "en principio" pero en un futuro próximo puede que haya desplazamientos entre las colonias ya que ha demostrado en ciertos momentos tener una importante capacidad dispersiva.


Ibis Eremita en los campos de golf de Chiclana de la Frontera


(*) En latín, “de los gaditanos”

 
Observadores de punto en Torre del Puerco: Paola Villaverde y María Jesús Rodríguez

domingo, 4 de noviembre de 2012

La espátula común en Europa occidental: “Una especie, dos migraciones”


Aún seguimos censando aves en su migración postnupcial hacia África

Cuando Gran Bretaña y Portugal procedieron a la entrega de sus colonias de Hong Kong y Macao a la República Popular China, pragmáticamente esta acuñó la famosa frase de “un país, dos sistemas”. De manera que así y durante al menos 50 años, el sistema económico capitalista sería el predominante en estas, ya regiones, pero inmersas en un entorno comunista. Es algo parecido a lo que evidencian los resultados del trabajo de campo del proyecto Limes Platalea, respecto la espátula. De hecho, en algunos de los anteriores temas tratados en el blog, apuntamos en esa dirección. Es una de las perspectivas que nos da el ser casi el único proyecto de seguimiento de migraciones de aves -centrado en una sola especie- que mantiene a diario desde mayo y hasta el 15 de noviembre “observadores de campo”. Y ello pese a que aún no hemos podido abordar con absoluta dedicación el estudio estadístico y analítico de la  ingente cantidad de datos recogidos en las miles (y no exageramos) horas de censo.

Aves llegando a la Bahía de Cádiz

Cuando empezamos a diseñar el proyecto Limes, conocíamos  de antemano algunas de las dificultades que nos encontraríamos. Pero otras se sumaron. Así, en una misma campaña, tendríamos una población nada fructífera al ser casi nula la cría –la ibérica- y otra, que sin padecer una dura sequía – la holandesa, dicho esto generalizando- ha tenido una reproducción casi normal. Además y en consonancia con los posibles efectos del cambio climático, esta población  ha “retrasado” su partida hacia sus lugares de invernada, al parecer por una prolongada bonanza ambiental en sus lugares de reproducción. Pudiendo ser una cronología cada vez más habitual.  Esto, a priori, nos “complicaba” de cara al censo postnupcial, pero también nos posibilitaba que siendo un proyecto piloto, tuviéramos diferentes escenarios en una sola temporada, incluso que ambas poblaciones casi no se solaparan en el “paso”, facilitándonos las especulaciones. Y…si éramos capaces de abordar “un mal y complicado año…que no seríamos capaces de ver y estudiar en un buen año”

Aves llegando a la Bahía de Cádiz

No queremos desvelar en el blog todo lo que oportunamente será vertido en las publicaciones adecuadas al uso. Pero sí hacer lo que repetidamente llamamos ornitología descriptiva. Y podemos afirmar lo que ya os adelantamos en otras ocasiones, y es que dos poblaciones tan distanciadas (más de 2.000 Km. pero si interrelacionadas) como la andaluza y la holandesa, tienen patrones migratorios diferentes de los que creemos conocer algunas de sus claves. La experiencia atesorada nos hace “atrevidos” a los miembros del Limes, e incluso preveer si tendremos o no una buena jornada de conteo. Pero abundando en la dirección de lo señalado, se sabe respecto a las zonas de invernada –generalizando- que nuestras espátulas bajan más al sur en el continente africano, llegando hasta Senegal, y las del Mar de Wadden, lo hacen menos, y se establecen más al norte, en Mauritania.

Tiempo habrá para poder objetivar adecuadamente lo que mencionamos. Pero por lo pronto, aún hoy,  2 de noviembre, nos encontramos sumando casi 300 aves más en dirección a África (volvemos a recordar que permaneceremos en la Torre del Puerco hasta el 15). Puede parecer poco, pero es aproximadamente el 3% de la población norte-europea. Y es un buen  ejemplo de lo que se ha convertido en la búsqueda incansable de la cifra de “100 espátulas”… y que nos ayuda a vencer los momentos de tedio en nuestras atalayas -pues sumar 100, es añadir el 1 % a nuestras ya asombrosas cifras-.


Para acompañar a este texto, adjuntamos varias fotos de la oleada de espátulas llegadas a la Bahía de Cádiz en el ocaso del 1 de noviembre. Fueron casi 500 y como esperábamos, un buen número de ellas  partió hacia el sur al día siguiente. Gracias a la perseverancia de nuestros compañeros Rosario Fornell y José Antonio Haro, podemos reafirmarnos en  algunas de nuestras hipótesis de trabajo y mantener, pese al gran cansancio acumulado, toda la ilusión en poder llegar a entender una de las migraciones más apasionante, estimulante y hasta ahora desconocida, que podamos observar en toda Europa occidental.

Foto: Javier Ruiz