domingo, 23 de noviembre de 2014

Orgullo y satisfacción


El final del trabajo de campo de la 3ª campaña Limes platalea

El pasado sábado 15 de noviembre, dimos por terminado el trabajo de campo de la tercera campaña del censo postnupcial 2014. De nuevo, 4 largos meses de presencia continua en la playa de la Barrosa y Cabo Roche. Prueba fehaciente de que la veteranía, es ya una característica de todos los participantes en el Proyecto Limes Platalea. Y para la ocasión, decidimos que la última jornada de conteo fuera especial. Para ello celebramos una comida de convivencia en la carismática Casería de Ossio. Allí, y en una vieja cantina de pescadores, más bien un galpón o tinglado de aspecto cubano, llamada Taberna del Titi, vulgo “El Bartolo”, nos reunimos buena parte del casi centenar de personas que de manera directa o indirecta participamos en el Limes.


La elección del lugar fue premeditada. El tinglado, elevado sobre una vieja batería artillera de la guerra de Independencia, es un privilegiado otero sobre los extensos fangos intermareales del saco interior de la Bahía de Cádiz. Además, coincidimos con una hermosísima bajamar que nos permitió comer mientras a través de los ventanales veíamos hacer lo propio a algunas docenas de espátulas –ya evidentes invernantes en este lugar-. Espacio soberbio que semanas atrás, acogía hasta 1500 espátulas en los momentos previos al “salto” hacia África.



La foto que acompañamos, nos genera a todos un gran orgullo. Sabemos que estamos haciendo algo en lo que el esfuerzo de todos es imprescindible. Y lo estamos consiguiendo. Además, lejos de cansarnos de sumar miles de horas de observación, queremos más retos. ¡Deseamos saber más de este espectacular fenómeno que la fortuna nos ha deparado encontrar¡.

Igualmente, al observarnos en la imagen, recordamos lo que nos dijo un reconocido periodista, mientras observaba nuestras pruebas con un sofisticado Dron (VANT), al tiempo que censábamos: en mis diferentes visitas siempre encuentro sanas “demostraciones de músculo”. Días más tarde, y convencido de nuestro ímpetu y a sabiendas de que estábamos estudiando cómo las espátulas utilizan una desconocida ruta atlántica, al oeste de las míticas columnas de Hércules -dios que evoca la idea de la gran fortaleza, pero también el coraje y el orgullo-, nos reconocía entusiasmado como un proyecto realmente “hercúleo”. 


Gracias a todos sin excepción. Más a los que nos queréis especialmente bien.

A veces, la gratitud salida del corazón, es mayor que el tamaño de nuestros pensamientos y por supuesto, que las palabras. ¡Este es el caso¡