Versión Española (articulo extraido de la revista Birdlife en Holanda)
Internacional
Redundancia
Para un anillador no hay probablemente muchas cosas tan espectaculares
como la recuperación de un “ave propia", años después de que él (o ella ) lo
hayan tenido en sus manos. Aún mejor es cuando ves el ave de nuevo en un país
lejano. Esto le sucedió a la investigadora de Espátulas Petra de Goeij este
otoño en el sur de España. Hace sólo dos años, un observador de aves tomando
el sol descubrió por casualidad que las espátulas que migraban hacia África volaban
en masa sobre la playa cerca de Cádiz, hacia el oeste de Gibraltar. Desde
entonces todos los otoños ese lugar es un popular puesto de observación para los
investigadores de espátulas.
De Goeij me envió este otoño un e-mail, para compartir su entusiasmo
por el enorme número de espátulas que vio migrando sobre su cabeza, de pie
sobre una duna alta, durante su visita de trabajo a España. "Yo estaba
allí con Paco del grupo de trabajo Limes Platalea", escribió. "El
recibió una llamada telefónica de un colega que había en una duna un poco al
norte de nosotros "Bando" dijo. Eso significaba que un bando grande venia
hacia donde estábamos".
En este grupo, que De Goeij vio venir desde el norte y volando a baja
altura sobre las olas a lo largo de la playa, fue capaz incluso de leer una
anilla de color. Envió un sms a Otto Overdijk, el gestor de la base de datos,
que le dijo que se trataba de un ave que había anillado ella misma en Vlieland!.
La elección del tema '' internacional '' para este número de
Vogelnieuws no se refiere sólo a las aves, sino especialmente a los
investigadores. Para muchos, o tal vez para la mayoría de las aves,
"internacional" es en cierto modo una especie de redundancia. Visitan
nuestro país sólo ''un corto periodo'' para reproducirse antes de regresar a
África, pasan por el Mar de Wadden para acumular reservas, o disfrutan del
relativamente cálido invierno holandés después de la cría en Siberia. Así que
es obvio que viven una vida sin fronteras.
Para los investigadores de aves y conservacionistas este aspecto
internacional es menos obvio. El esfuerzo en un país puede tener un significado
completamente diferente cuando cruzas la frontera de otro. En este número usted
puede por ejemplo leer como Birdlife (el paraguas de las diferentes organizaciones
de protección de aves) trata de encontrar socios en diferentes países de África
Occidental. !Cruzar las fronteras para los protectores de aves sería tan lógico
como lo es para una espátula que migra de Vlieland via Cádiz hacia África !
En nombre de la editorial, Rob Buiter
English version
International
Pleonastic
Pleonastic
For a bird ringer there are probably not many
things so spectacular than a resighting of an ‘’own bird”, years after you have
hold him (or her) in your hands. Even better is it when you see the bird again in a far away country. This
happened to the spoonbill-researcher Petra de Goeij this autumn in the south of
Spain. Only two years ago a sunbathing birdwatcher discovered by coincidence
that spoonbills on their migration to Africa flew en masse over the beach near
Cadiz, a bit west of Gibraltar. Since then every autumn that place is a popular
observation-post for spoonbill researchers.
De Goeij emailed me this autumn, to share her enthusiasm about the enormous
number of spoonbills that she saw migrating over her head, standing on a high
dune, during her working-visit to Spain. ”I was
there with Paco of the Limes Platalea working group”, she wrote. ”He got
a telephone call from a colleague who stood a on a dune a bit north of us.
‘Bando’ he called. That meant that a big group was coming our way””
In this group, that De Goeij saw coming from
the north and flying low over the waves,
along the beach she was even able to read a colourring. She sent an sms
to Otto Overdijk, the manager of the database, who told her that it was a bird
that she had banded note bene herself on Vlieland!
The choice for the theme ‘’international’’ for
this number of Vogelnieuws refers not only to the birds but especially to the
researchers. For many, or maybe for most birds,
‘international’ is in a way a sort
of pleonasm. They visit our country only ‘’shortly’’ for breeding before they return to Africa,
they pass for a fuel-stop in the Wadden Sea, or they enjoy the relatively warm
Dutch winter after breeding in Siberia. So it is obvious that they live a life
without borders.
For bird-researchers and –conservationists this
international aspect is less obvious. The effort in one country can have a
complete different meaning when you cross a border of a country. In this issue
you can for example read how Birdlife (the umbrella of the different national
bird-protection-organizations) tries to find partners in different West African
countries. Since what would it be nice when crossing borders for
bird-protectors would be just as logic as it is for a
spoonbill that migrates from Vlieland via Cadiz to Africa!!!
On behalf of the editorial office, Rob Buiter
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