jueves, 18 de septiembre de 2014

La pasión marroquí de Limes Platalea


Un denominador común en gran parte de los naturalistas gaditanos, especialmente para los que podemos ver África en nuestro horizonte como algo cotidiano, es el tener en mayor o menor medida, un espíritu “africanista”. Pero solo bien entendido como un afán exploratorio de esa hermosa tierra que es el Reino de Marruecos, y de la que tan solo distamos unos famosos 14 Km. El ser Cádiz la provincia española más prospectada por la ornitología, sumado a ser confín de Europa, casi nos hace necesitar ver crecer nuestro “espacio vital”, también hacia el sur.

Algunos, también tuvimos referentes que nutrieron ese africanismo exploratorio. Concretamente al Profesor Valverde y su inspiradora obra Aves del Sahara español (1957). Este a su vez, nos señalaba su admiración por el Dr. Eugenio Morales Agacino, al que llamó el Viejo Nómada, todo un ejemplo de explorador norteafricano, que aún pudo recurrir a expediciones de maneras “románticas”, a lomos (léase gibas) de dromedarios. 

 

Hoy, son numerosos los naturalistas gaditanos que “bajan” a Marruecos a prospectar con mayor o menor método e interés, aquellas tierras. Pero por su singularidad y amistad, nos permitimos citar al ornitólogo y cartógrafo gaditano José Luis Paz. Conocedor sin parangón alguno, de las montañas marroquíes. Y que desde los 80, tiene en el continuo esclarecimiento del estatus del quebrantahuesos en Marruecos, su mayor mérito, que por otra parte, no son pocos si hablamos del mundo de las aves rapaces.

 
Todo lo relatado, viene a colación, porque desde que en 2012 comenzamos a tener certeza de estar descubriendo el lugar por donde la mayoría de espátulas (vía de vuelo del Atlántico Este) “saltan” hacia África en su migración postnupcial, nos preguntábamos dónde estaría el otro “pilar” de este “puente aéreo”… Tanto, que ya en la campaña 2013 decidimos propiciar también el “salto” del proyecto hacia Marruecos. Algo añadido a que en nuestro peculiar “ideario explorador” de naturalistas gaditanos, siempre nos ha acompañado la certidumbre del proverbio romano de Ex Africa semper aliquid novi  "De África siempre algo nuevo", que dijo el naturalista Plinio el viejo.

Buitres de Rupell, buitres africanos o ratoneros moros, entre otras aves, son ejemplos ya casi cotidianos en la salidas al campo de cualquier ornitólogo campogibraltareño… los más “africanistas” de todos. Entidades como Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra, Migres o Goes, se nos antojan también, buenos ejemplos.

Con estas tesituras, durante el fin de semana del 12 al 14 de septiembre, organizamos la visita al corredor migratorio “Playa de La Barrosa-Cabo Roche” de nuestros más cercanos vecinos africanos: los ornitólogos marroquíes de GREPOM–BirdLife. Para ello, y con el consejo añadido de los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía Claudine de le Court y José Rafael Garrido, también presentes, tuvimos el honor de recibir a Rhimou El Hamoumi, Rachid El Khamlichi, Abdeljebbar Qninba y Mohammed Aziz El Agbani. Todos ellos grandes referentes del estudio de la especie en el Reino de Marruecos, como pudimos comprobar en las sendas conferencias que impartieron y que justifican haber citado el antedicho proverbio.



Pero la visita no sólo trataba de la cortesía bien debida, y de emocionarnos todos al mismo tiempo, presenciando la migración de casi un millar de espátulas, sino de sentar las bases de la estrecha colaboración mutua en el estudio de estas aves en sus migraciones intercontinentales. Ambas partes, así lo expusimos y acordamos, en la reunión de trabajo celebrada entre GREPOM-BirldLife y Limes Platalea. Y con la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio como cualificada observadora. Porque si bien la postnupcial es ya algo menos desconocida, la prenupcial plantea aún muchísimas incógnitas. 


Y hablando de incógnitas en trance de resolver, vimos como en la madrugada y mientras nos dirigíamos hacia torre del Puerco, expresábamos nuestros comunes deseos de tener un buen día de “paso” migratorio, con sus locuciones In šā Allāh (إن شاء الله, lit. Si Alá/Dios quiere), mientras, nosotros utilizábamos el adverbio castellano pero de indudable origen árabe ojalá. Y quiso Alá/Dios  “muy bien”…


Pasaron sobre nuestras cabezas cientos de ellas en hermosas formaciones que erizaban el vello de la piel de todos. Y ese mismo día, nuestra primera espátula equipada con radiotransmisor, a la que llamamos Bahía, y que durante semanas ha estado permanentemente sobre el muro de una vieja salina abandonada, en el sur del Parque Natural Bahía de Cádiz, decidió “saltar” hacia la casa de nuestros vecinos del sur. Y Alá/Dios “quiso tanto” que pudieron verla dormitar antes, a su llegada a Chiclana, al atardecer del viernes. 


Quizás también la vio el Alcalde de Conil – Juan Bermúdez- que nos visitaba esa misma mañana en Cabo Roche y que siempre nos trae suerte, pues en todas las ocasiones que ha estado presente, nuestras queridas espátulas se han dejado ver “saltando” hacia África. Gracias como siempre por su incondicional apoyo.


Hoy Bahía está cerca de Safi, 800 Km. al sur. Nos queda casi todo por estudiar (horarios, alturas, derrota, niveles de agua a su paso frente al Bajo Lucus, Merja Zerja…). Y quizás, el otro pilar del “puente” para las aves ibéricas esté muy lejos. A diferencia del único track del que disponemos de aves nacidas en Holanda; que tras cruzar el mar, sí descansó en los humedades marroquíes citados.


Gracias a Alá/Dios… nos queda casi todo por contar…

Y quién puede dudar de esa Providencia, cuando aún estamos destilando un tremendo orgullo y emoción, al saber que hace escasas horas, nuestro compañero Manuel (Lolo) Hormigo -en su turno de censo vespertino en la torre del Puerco- se arrojó a un embravecido mar, con vientos del SO (muy poco propicios para el paso de espátulas), para salvar la vida in extremis de un bañista alemán. Solo un rato antes, se había acercado a la torre para interesarse por el Proyecto Limes Platalea.  El continuo oteo con prismáticos hacia el horizonte, en búsqueda de las espátulas, y la valentía, han sido instrumentos también de la supervivencia humana.

                    No vio pasar espátulas esta tarde, pero tampoco a la muerte. 


 Rescata a un hombre a punto de morir ahogado en la Barrosa

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