lunes, 9 de septiembre de 2013

“Quién no ha visto espátulas en La Barrosa y Cabo Roche, no sabe lo que es ver volar espátulas”


1200 aves en seis horas

Tomándonos la licencia de parafrasear en clave taurina, ya que, no en vano, estamos en la tierra de toros bravos, en el título del post hacemos un remedo de la famosa y arrogante frase pronunciada por el torero Joselito “El Gallo” en 1916: “Quién no ha visto toros en El Puerto, no sabe lo que es un día de toros. 

Y es que ayer día 8 de septiembre, volvimos a batir el record de espátulas contabilizadas en migración hacia África, en una sola jornada. Nada menos que 1.200 aves. ¡Y cómo las vimos¡  En términos absolutos, bien pudimos contabilizar entre el 6,3 y el 8,5% de toda la población de la vía de vuelo del Atlántico Este (entre 14.000 y 19.000 aves. Overdijk et al., en preparación).



No nos cansaremos de describir una y otra vez, cómo durante seis horas, una sucesión de bandos, tal como “rosarios blancos” adornaban el cielo de una de las costas más hermosas de España. Ver evolucionar las formaciones de los mismos, era más bien observar como los trazos rápidos de un pintor, se dibujaban y desdibujaban en un inmenso lienzo celeste.

Es fácil emocionarse con lo que hemos visto. Pero también lo es sentirse como un pionero ante un tremendo espectáculo natural, nunca antes descrito. Espectáculo que por derecho propio debe sumarse ya, a la lista donde figuran otros como las concentraciones de Ánsares al amanecer, en la duna más famosa de Doñana, o la visión de sus pajareras desde la marisma, las concentraciones de grullas en Gallocanta o la migración en el Estrecho de Gibraltar…



Quienes escribimos estas líneas, hemos visto muchas, muchas miles de espátulas durante años. Y también las conocemos de manera muy íntima. Y lo que hemos podido disfrutar ayer, afirmamos que sólo puede ser contemplado en Europa, en el corredor migratorio “Playa La Barrosa-Cabo Roche”. Y lo que es mejor, sabemos que se puede repetir. Deciros también, que es la tercera vez que comprobamos como la “hoja de anotaciones” del método, suma el millar de aves en una sola mañana (la anterior ocasión fue el 29 de septiembre de 2012).

Poco a poco, comenzamos a saber preveer, en parte, las características “oleadas de espátulas”. Y ésta, la esperábamos. Tras tres días de vientos del Sur, con un paso nulo, el “zugunruhe” de nuestras amigas era evidente en una desaforada dedicación a su alimentación, y es que teníamos; un claro “tapón”. Luego, un pequeño chubasco y bajada de temperaturas, y lo más decisivo y esperado, vientos del NO. 




Y henos aquí, pudiendo contaros, aún de sucinta manera, lo que pudimos vivir 5 miembros del proyecto Limes Platalea desde las atalayas de Torre del Puerco y Torre Bermeja. Y amigo lector, recuerda que te brindamos nuestra ayuda, si así lo que deseas, para que puedas vivir estas emociones por ti mismo. La España Salvaje, también puede ser observada descansando sobre una toalla y bajo una sombrilla. ¿Te vas a perder esta migración?.



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