En lo segundo, al menos durante unos días. Y decimos así, porque a
los muchos apelativos que podemos aplicar a Benigno Varillas (1953), se hace posible tras su visita para conocer el
Proyecto Limes Platalea. Contar algo de él, es redundar en lo sobradamente
conocido. Pero es imprescindible recordar sus “títulos” de biógrafo del Dr. Félix Rodríguez de la Fuente (1928-1980) y
editor de las memorias del Prof. José
Antonio Valverde (1926-2003), e inevitable señalar que posee el conocimiento
más íntimo de los dos personajes contemporáneos, más decisorios de la
naturaleza española. Ambos, castellanos excelsos e imbuidos de los textos y conocimientos
del Medioevo, período que convirtieron en fuente de conocimientos y en un continuo
viaje al pasado, que les ayudó a descubrir la Historia Natural
de España. Benigno es además, el fundador (1981) de la Revista Quercus; la mejor e
incuestionable crónica de la vida salvaje hasta la actualidad.
Al tiempo, es el ámbito del estudio donde se desarrolla Limes
Platalea, un espacio multi-fronterizo.
Y es algo que nos imprime la necesidad, a la par que la facilidad, de poder
relacionarnos con los inmediatos “vecinos”. No hablamos tan solo de una
frontera N-S (Europa-Africa/España-Marruecos). Sino también de E-O
(España-Gibraltar). Es también una frontera entre municipios y entre “colores”
políticos que los gobiernan; entre diferentes economías y desarrollos. También
entre las Administraciones; entre lo público y lo privado; lo profesional y lo
amateur; entre la obligada responsabilidad y el hacer sólo por pasión. Y entre la
evidente y sempiterna frontera de las religiones… Y otras muchas más.
Ahora, y como tras la Reconquista, nos sentimos una nueva suerte de pobladores
fronteros
(habitantes de un difícil y peligroso espacio en continuo vaivén entre
guerreros). Por ello y no en vano, también la justificación y uso del término Limes (frontera) como nuestro nombre. Y
donde las espátulas nos enseñan la paradoja de su no observancia de los
“límites”.
De fronteros fueron muy sabedores
Félix y Valverde, gracias a sus lecturas medievales. Y entre ellos, el destacar
el
Cantar
de mío Cid se nos ocurre oportuno. Pues como el Cid Campeador, que
cabalgó después de muerto, sus respectivas “escuelas naturalistas”, aún
cabalgan en las entendederas de los “fronteros”
miembros del Proyecto Limes Platalea
(y como lo hacen en miles de naturalistas españoles más). Y junto a nosotros
“ganarán” también después de fenecidos, la “batalla del descubrimiento de la
migración de las espátulas”. No triunfan a lomos de Babieca, el blanco caballo
andaluz o norteafricano de el Cid, citado en su cantar épico, sino a lomos también
de “albas” espátulas.
Las mesnadas de los Campeadores, Félix Rodríguez de la Fuente y José Antonio
Valverde, hollan el suelo, con los pasos de los miembros de Limes Platalea,
como lo hacen allí donde haya niños de la “generación Félix” o discípulos de
Valverde.
Deseamos sea Sidi (señor) Benigno Varillas, el heraldo de las “victorias” de la migración de
las espátulas, y mientras, le agradecemos su buena disposición a ser un gran trajumán
(intérprete/mediador) del proyecto.
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