lunes, 19 de noviembre de 2012

La pre-invernada y la migración paradójica de la espátula

Terminamos el trabajo de campo de la campaña 2012

Y ello, pese a que aún estamos contabilizando aves en tránsito hacia África. Cada vez se nos hace más evidente que en la “segunda mitad del paso” de la población norte-europea, la migración toma aspectos que por su similitud, podríamos definir como una sucesión de “pseudo fugas de tempero” pues parece estar en consonancia con la bajada de la temperatura en la península Ibérica. Este descenso, casi siempre más moderado en el Golfo de Cádiz, es el lugar que modula a su vez el momento de la partida. De hecho, podríamos incluso especular con la posibilidad de que algunas de las espátulas llegan a los humedales andaluces y comienzan a “pre” invernar (aprovechando que las bonanzas climáticas conllevan abundante disponibilidad de recursos tróficos) . La mayor o menor “tolerancia a la severidad climática” parece ser una característica de la especie. Así lo señala el reciente artículo publicado por Tamar Lok et al. (2011) “La paradoja de la migración de la Espátula: la mayoría de las aves viajan hacia donde las tasas de supervivencia son más bajas”, del que adjuntamos el resumen en castellano.


Las aves migradoras se enfrentan a la elección respecto a donde pasar el invierno. Presumiblemente existe un balance entre la distancia de migración (costos) y la calidad del sitio de invernada (beneficios). La fidelidad a las zonas de invernada suele ser alta y aumenta con la edad. Las hipótesis para explicar dicho patrón asumen que la elección de las zonas de invernada maximiza la eficacia biológica. Se compara la elección de la zona para la invernada y la fidelidad al sitio dependiente de la edad en la Espátula Euroasiática, Platalea leucorodia leucorodia, para el período 1992–2010. Durante su primera migración hacia el sur, la mayoría de las espátulas migraron a la región más meridional de invernada (Mauritania y Senegal). Otras aves fueron más propensas a pasar allí su primer y segundo invierno, mientras que casi ningún ave se movió a un área de invernada más al norte. Para el resto de su vida, las espátulas se mantuvieron muy fieles a la zona. Resultó que la mayoría de las aves invernan en Mauritania y Senegal y en escaso número en Francia e Iberia. Se valora la idoneidad de las zonas sobre la base de las probabilidades de supervivencia anual en estas tres áreas de invernada. Sorprendentemente, la supervivencia fue menor en Mauritania y Senegal. Ninguna de las hipótesis existentes de maximización de eficacia biológica explica este patrón y se discuten posibles alternativas. La elección de la zona de invernada podría ser óptima para las aves si las aves que invernan en Mauritania y Senegal son competitivamente inferiores a los invernantes europeos o si son más susceptibles al clima invernal severo. Alternativamente, la elección de las zonas de invernada de las espátulas es subóptima y asumiendo que las espátulas pueden evaluar las diferencias en la idoneidad, la flexibilidad limitada puede que les impida cambiar a otras zonas más adecuadas.


Muy pronto podremos informaros de los primeros resultados de la campaña, y antes de acercarnos ya a mediados de diciembre, cuando se considera que la presencia de espátulas en Andalucía está en su cifra más baja. De hecho, creemos que si pudiésemos mantener la observación y censo diario en el campo, hasta esa fecha, aún podríamos ver una discreta salida de aves hacia África. Y luego, a finales de ese mes, también ver llegar las primeras a Europa.

En conclusión, si ya es aceptable que la especie es tremendamente asincrónica, reproductivamente hablando –desde enero con las primeras puestas en la Bahía de Cádiz a julio-, en el momento de la migración postnupcial, también parece serlo, pues las 2 poblaciones de las que nos hemos ocupado en Limes Platalea (ibérica y norte-europea) emplean en su conjunto, nada menos que 4 meses.


 
Foto tomada el día 10/11/2012

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