Entre las
acepciones de estigma (DRAE) y
utilizando la retórica con el debido respeto, nos permitimos detener nuestra
atención en su significado teológico. Así, encontramos: Huellas impresas sobrenaturalmente en el cuerpo de algunos santos, como símbolo de la participación de sus
almas en la Pasión de Cristo.
Y es que,
cuando hemos podido ver volar sobre los observatorios, a las espátulas
marcadas con color rojo camino de África, nos parece ver algo casi “milagroso”.
Con muy pocos
días de diferencia, a mediados de agosto, hemos visto saltar hacia Marruecos a tres
pollos marcados en el ala izquierda. Es decir, espátulas nacidas en la Bahía de
Cádiz. Y todo, pese a la escasa muestra con marcaje alar (n= 21) en una pésima
temporada de reproducción -como ya hemos comentado en anteriores ocasiones-.
Añadir también, que en la experiencia piloto de marcado en el año 2013, y
utilizando un poco conspicuo color azul (por eso desechado en esta campaña), un
pollo igualmente nativo, fue observado a finales de agosto.
A resultas de
lo expuesto, nos atrevemos a sacar algunas prematuras conclusiones:
-
El color rojo es detectable a gran distancia tanto en
salinas y marismas, como durante el tránsito migratorio, e independientemente
del tipo de formación de vuelo que lleven las aves en el momento de la
observación.
-
Al ser tintes con base hidroalcoholica (sin amoniaco ni
alcoholes industriales) no dañan el plumaje en crecimiento y son perdurables,
al menos entre su aplicación y la evidencia fenológica de la migración del ave
(al menos 3 meses).
-
El tinte aplicado, pese a eventuales manchas
superficiales e indeseadas durante la aplicación, en otras partes corporales (a
resultas de aves con plumaje húmedo por avatares de su captura), solo perdura
en las remiges marcadas intencionadamente.
Pero destacamos sobre todo, que por el
momento, las aves nativas nacidas en la Bahía de Cádiz, en el extremo sur de
Europa, parecen iniciar su periplo africano a mediados de agosto. Y ello pese
a que ya han cruzado hacia sus cuarteles de invierno, por encima de un millar
de espátulas. La presumible mayor disponibilidad trófica de la zona, parece que
es aprovechada holgadamente.
Y como no hay
mejor evidencia pública que un registro en imágenes, hemos tenido la fortuna de
recoger con detalle el paso de una espátula gaditana.
Se trata del
ave observada el día 15 y que formaba parte de un pequeño bando que sobrevoló
la playa de La Barrosa, siendo controlado en el observatorio de Torre del
Puerco en formación de V simétrica. Su paso, registrado en vídeo por nuestro
compañero David Agüera y observado junto a Rocio Palacio, fue más tarde constatado en cabo Roche por Luis Sigtes (un guía profesional de naturaleza
madrileño), que en visita vacacional pudo fotografiarla. Rafael
García se encargó de tratar las imagenes.
Os hacemos
notar como en la progresión del bando entre Torre del Puerco y cabo Roche, ha
conllevado tanto la modificación de forma del bando como la posición del ave
marcada. De un extremo, a casi un puesto en vanguardia, en un presumible mayor
gasto energético, justo antes de “saltar” a África. ¿Presuponemos su gran
fuerza física?.
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